miércoles, 4 de septiembre de 2013

Como en la casa de la abuelita: Los corrientes

Durante la primera semana en Colombia, mientras estábamos en la ciudad de Santa Marta (al norte, en el Departamento de Magdalena) decidimos salir a almorzar fuera, simplemente no teníamos ganas de cocinar y el hambre era potente.

Nos estábamos alojando en un hostal que estaba dentro de un sector residencial, por lo que teníamos la posibilidad de encontrar lugares baratos y contundentes, para decirlo en buen chileno: una wena picá. La mayoría de estos restaurantes o estaderos ofrecen almuerzos por 5000 o 6000 pesos colombianos (2 a 3 dólares) - una ganga.

Cuando nos decidimos por uno de estos lugares, nos ofrecieron varias opciones de carne o de pollo, podía ser frita, en bistec, guisada, y no se qué otros nombres más, pero cualquiera fuera nuestra elección siempre estaría acompañada de una contundente porción de arroz con legumbres, usualmente porotos, y plátano frito del maduro (porque hay dos tipos o más bien como 20, pero son dos lo que se fríen) ah y cómo olvidar la ensalada, lechuga con tomate o lo que fuera del cariño del cocinero de turno.

Puede sonar muy extraño, para los chilenos sobre todo, que este plato lleve plátano, pero la verdad es que la combinación de sabores me parece maravillosa, realmente un acierto culinario. A esta preparación se le conoce como tajadas y son dulces, ya que se hace en base al plátano maduro, o sea el amarillo, y siempre se utiliza como acompañamiento de cosas saladas.

Ese es sólo el segundo plato, antes de eso siempre sirven una sopa que en algunos lugares pasaría fácilmente como cazuela y también dan un vasito de guarapo (agua de panela - no me pregunten qué es eso porque aún no lo tengo claro, sólo se que es muy refrescante y rico).

Señoras y señores: ese es un Almuerzo Corriente, platos rebosantes de comida, casi con baranda y para quedar con el ombligo parado, tal y como cuando uno va a la casa de la abuelita.

Lo cierto es que la posibilidad de quedar con hambre después de eso es ínfima. Creo que de todas las veces que hemos almorzado en alguno de estos lugares, Yohana nunca ha podido terminar su segundo plato, y con suerte se ha tomado toda la sopa.

Si usted visita Colombia, vaya a un lugar donde almuerce la gente local y pida un corriente, sino le gusta la sopa, pida un corriente seco y sólo recibirá el segundo plato por 500 pesos colombianos menos.Y finalmente, la recomendación clave es que si viene a Cartagena de Indias, a pesar de que es el lugar más caro que hemos visitado hasta ahora, igual puede encontrar un corriente por 6500 pesos colombianos dentro de la ciudad amurallada, a unas 3 cuadras de la plaza Santo Domingo (creo que en la Calle del Coliseo) hay un local en una esquina donde los ofrecen a ese precio, ya que almorzar en el Centro Histórico en promedio debe costar unos 20-25 mil pesos colombianos.

Namaste.





No hay comentarios:

Publicar un comentario